With your feet in the air
and your head on the ground.
Ok, está bien. Estuve como todo el día re enfermita con esa canción. Lo reconozco, no soy una persona común. Manera muy chota de terminar un día así: que manera habrá para decirle a un día como hoy, si es que no existiese la palabra choto. Un día irrecordable. Me refiero al simple hecho que nunca me voy a acordar de este 2 de mayo, porque fue un día inservible. Uno de esos que solo existís porque naciste y llegaste de casualidad a tus 15 años y 10 meses. No serví más que tan solo para unas tres malditas y largas hojas de geografía que tenía que resumir. En fin, ¿cuánto habré estado?, dos horas. Si. Me cuesta resumir las cosas que no me gustan resumir, a parte de que odio resumir (odio decir odio, y es más, es que no se si es odio, pero es la palabra más accesible que tengo), o mejor dicho detesto agarrar un texto de geografía, bueno a parte de todo eso, no me gusta, no. Lo copado de todo el asunto fue estar en un estado de meditación con música y hojas de geografía que resumir(?).
Mal humor.
